56 p., 13 x 20 cm., rústica / Poesía / 1ra. ed., CABA, Bajo la luna 2024.

ISBN: 9789878499307

Geografía de lugares comunes

No entra nadie donde yo
escriba yo; quise ser un paisaje
abierto y me encerré
con la palabra amor,
entonces corro
las cortinas del poema
y te miro desde adentro.
Me convenzo de que busco
algo mejor, fantasía
de un nosotres que nos dé
la poesía, pero se esfuma:
vos no llegás a donde yo
pronuncie yo. Calco el mapa del lugar
que no te dejo aunque tu nombre
y me abalanzo en el poema
sobre poemas, esquivo
el cuerpo, carne de chica,
de poema, del hombre que no soy
porque sos vos. No somos
dos, no somos juntes, no seríamos
un pueblo interesante aunque pudiéramos
volver a nuestra casa
de palabras. Pero las puertas
están cerradas y nombrarlas
nos separa, veo sus sombras
que se escurren por debajo
desde la mirilla del yo.

Las montañas no deberían escucharse // Milagros Pérez Morales

$16.000,00
Las montañas no deberían escucharse // Milagros Pérez Morales $16.000,00
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Oxímoron Libros Galería Rosario, local 131 planta alta Whatsapp +54 341 2707539 Lunes a viernes de 10 a 18hs San Martín 862 - 2000 Rosario, Santa Fe. Argentina.

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

56 p., 13 x 20 cm., rústica / Poesía / 1ra. ed., CABA, Bajo la luna 2024.

ISBN: 9789878499307

Geografía de lugares comunes

No entra nadie donde yo
escriba yo; quise ser un paisaje
abierto y me encerré
con la palabra amor,
entonces corro
las cortinas del poema
y te miro desde adentro.
Me convenzo de que busco
algo mejor, fantasía
de un nosotres que nos dé
la poesía, pero se esfuma:
vos no llegás a donde yo
pronuncie yo. Calco el mapa del lugar
que no te dejo aunque tu nombre
y me abalanzo en el poema
sobre poemas, esquivo
el cuerpo, carne de chica,
de poema, del hombre que no soy
porque sos vos. No somos
dos, no somos juntes, no seríamos
un pueblo interesante aunque pudiéramos
volver a nuestra casa
de palabras. Pero las puertas
están cerradas y nombrarlas
nos separa, veo sus sombras
que se escurren por debajo
desde la mirilla del yo.